La "brillantez" del sistema de salud cubano y la "potencia médica "solo existieron durante un tiempo en algunos hospitales como el Hermanos Ameijeiras o el Miguel Enriquez.
La verdad surrealista estaba en el Calixto García. Tener a alguien ingresado allí es, desde hace muchos años, una pesadilla. Una película de terror. Los amputados de estas fotos deben ser de ahí, porque yo recuerdo haber visto personas como esas. Abandonadas por el personal médico. Los familiares desorientados. Solo se salvan los que conocen a un buen médico o los que pueden pagar con dinero o con especie. Y el hospital tan sucio, sin agua.Todo eso es la consecuencia directa del alquiler de médicos a países latinoamericanos y el fruto podrido de una política de salud pública, que ha resultado ser un desasatre. Ya fuera por arrogancia o por indiferencia, los Castro se han cargado el sistema sanitario cubano.
Se dice que en enero de 1959 el país se quedó sin médicos. Pues bien, esta "revolución" ha desterrado a todos los médicos eminentes a día de hoy en 2012 y a los que no, los tiene alquilados en Venezuela y otros países de la región. El pequeño grupo de médicos decentes que puede quedar en Cuba, deben tener mucho trabajo con el círculo de pacientes octogenarios que tienen en el "gobierno" cubano y con su mas reciente adquisición el Presidente de Venezuela. El innombrable.
Mientras tanto el sistema de salud cubano se desmorona arrastrando consigo la salud de la población. Cuando todo podría ser muy diferente. Si subieran el precio del cigarro y el ron, por ejemplo, para pagar la sanidad. Si los médicos pudieran ejercer su profesión de manera independiente y privada y ayudaran a sustentar con impuestos la Seguridad Social. Si hubiera libertad y democracia vaya. Pero ese nunca ha sido el interés de ningún Castro.
La mayoría de los médicos exiliados suelen gozar de un buen status económico, siempre que logren revalidar sus títulos, sin embargo se les prohibe visitar Cuba y se les impide por medio arbitrarios, la salida del país de sus hijos o cónyuges.
Conozco un extraordinario neurocirujano que ha tenido que esperar mas de ocho años para reunirse con su esposa en un país latinoamericano. Por el camino pasó por un infarto y casi se muere antes de volver a verla. Y ocho años antes iba en bicicleta a operar, porque no tenía para la gasolina de su carro ruso. Y eso, es solo un caso.
Hace muchos años que al Hospital Julio Trigo en Arroyo Naranjo le dicen Sala 8. El González Coro tenía buena fama pero, la última vez que estuve le faltaba un ascensor, se habría la puerta y estaba el vacío. Sin señal, sin previo aviso.
En Maternidad de Línea, todo es un desastre también, La Cobadonga, Hijas de Galicia y el Materno de Guanabacoa. Todos los hospitales en La Habana son un completo desastre, exceptuando al CIMEQ, la clínica particular de Fidel Castro, El Cira García, una clínica que recauda divisas para Fidel Castro o el país que viene a hacer lo mismo; El Camilo Cienfuegos, todos cobran en dólares y solo dan servicio a extranjeros.
La historia de los médicos y el desastre en los hospitales cubanos es otra página de "gloria" para el libro de la "revolución victoriosa" de Fidel Castro.
Por cierto, ya le habría gustado al muy traidor, al cabo de casi 60 años, reunir a la masa espontáneamente como lo hizo hace unas horas la Reina de Inglaterra. Pero no ha podido ser, ha tenido que coaccionar muy duro desde el día tres. Pero ese, es ya otro post.
El video parte el alma y la canción de Raudel está buenísima.
Liú Santiesteban.
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