
por Julio César Soler Baró.
Al grano: A los opositores dentro de Cuba se les apoya cada vez más, y digo cada vez más porque a éstos se les ha apoyado siempre, aun cuando en silencio tuvo que ser.
¿Y ahora bien, cuántos apoyan a los opositores que estamos fuera de Cuba?
En concreto, si quieres recibir o impartir un curso de superación te lo tienes que resolver tú mismo en la mayoría de los casos, a ti nadie te manda una invitación paga de nada, con independencia de si tienes que trabajar o no para mantenerte tú y a tu familia, con independencia de si tienes un salario digno o no, sin importar cuántos títulos académicos, que bien necesarios son para la causa cubana, tienes empolvándose en las paredes de tu residencia o no.
Todo el mundo sabe hoy de las dificultades con que trabaja Hablemos Press, agencia fundada y dirigida por mi hermano Roberto de Jesús Guerra, y sin embargo me atrevo a decir que muy pocos conocen cómo lo hacen Pedro Corzo y el Instituto de la Memoria Histórica Cubana contra el Totalitarismo. Como si la historia que se escribe hoy y la que se escriba mañana no fuese la consecuencia inevitable de la que se escribió ayer, como si la denuncia hecha en Cuba fuese más pesada que la que hagamos en Misceláneas de Cuba obligando al mundo a mirar hacia dentro de Cuba, como si un periodista dentro de Cuba tuviese más necesidad que uno fuera de Cuba de satisfacer las necesidades siempre crecientes de sus lectores y por lo tanto de superarse profesionalmente a sí mismo, como si a unos les costara y para los segundos fuesen gratis las matrículas universitarias y los pasajes de avión, como si fuera de Cuba el dinero creciera silvestre en árboles bajitos de abundante follaje y al alcance de todos.
¿Entonces cómo pretender que el número de opositores cubanos activos en el exterior crezca y con éste su vinculación con el movimiento opositor en el interior de la isla?
¿Cuándo la FIU va a invitar a opositores cubanos en el exterior a conferencias, cuándo la Casa Blanca, cuándo los senadores cubanoamericanos se sentarán a escucharnos, cuándo habrá llaves de ciudades, y banderas, y premios, y reconocimientos a tanta gota de lágrima y de sudor, y hasta de sangre sin eco alguno tragada en suelos lejanos por la libertad de nuestra Cuba?
Dentro de Cuba ser opositor, a la larga da ganancias, de ahí que como es bien sabido y afirmado en entrevista por cubanos como Eliécer Ávila, muchos se suman a la oposición con tal de ganar una visa y salir del país. Fuera de Cuba en cambio ser opositor cubano no da más que pérdidas, empezando por la pérdida del derecho a regresar a la Patria y a besar a tu madre.
Entonces, si esa unión entre opositores dentro y fuera de Cuba por la que abogan Fariñas, Rodiles, Yoani y otros que han salido de Cuba últimamente va a ser posible, el apoyo a la oposición externa cubana tiene que aumentar moral y materialmente.
¿O es que somos menos importantes, menos cubanos o simplemente soportes del proyecto de otros cubanos?
Patria y Libertad
Publicado con autorización del autor.
interesante
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