Asesinan a su hijo y le hacen acto de repudio. (video) #Cuba #GY

El video está mal editado y tiene al menos, un error, pues es evidente (por la pintada de la pared) que el himno nacional, no lo cantaron al final del acto de repudio, sino al principio de un primer acto. El comunicado que lee un joven, al parecer de la Juventud Comunista, parece ser un segundo acto de repudio. Y finalmente cuando escriben en la pared, sobre el parche amarillo, parece ser un tercer acto de repudio.

Sin embargo, al margen de los errores de edición, e interpretación de quien lo recibió, es evidente que han cometido una grave violación de los derechos de una madre, que exige respuesta ante el asesinato de un hijo. En sus propias palabras se escucha que no pudo ver el cadáver de su hijo, que no pudo enterrrarlo tampoco.

A pesar de las reformas del dictador Raúl Castro, las propiedades en Cuba, siguen siendo del mal gobierno, porque nadie tiene derecho a escribir en sus propias paredes, lo que siente o piensa. Nadie tiene libertad de expresión en Cuba, si lo que quiere expresar es su desacuerdo con el régimen impuesto a los cubanos, por mas de 53 años.

Habría que destacar la gran labor que está haciendo Martha Beatriz Roque Cabello, enviando estos videos al exterior y preocupándose por estos cubanos y cubanas desamparadas. Víctimas no solo de la injusticia del sistema judicial cubano, sino también del desgobierno que los humilla y coacciona, los tortura psicológicamente y los convierte en ovejas negras en su propio vecindario.
Algo que también han sufrido y sufren, otros opositores al régimen, como Sara Martha Fonseca, una mujer que los tiene locos, por su valentía, su sencillez y sus principios.

No dejes que esto se quede en este blog: pásalo, compártelo, twittéalo. ¿Hasta cuándo vamos a permitir que pasen estas cosas en Cuba? ¿Hasta cuándo vamos a estar los cubanos que sabemos, que vemos y escuchamos la triste realidad, tan sentados, tan tranquilos, sin denunciar lo hace ese gobierno asesino, terrorista y traidor? ¿HASTA CUÁNDO?

Liú Santiesteban.