Entre las dificultades de la era moderna en la ciencias, se encuentra la de probar o comprobar las teorias diversas que surgen a partir de cálculos u otros elementos desarrollados por el raciocinio y la meditación en fenómenos o procesos cotidianos o derivados de otras fuentes del saber.
Es por ello, que cualquier manifestación en la realidad, es tomada con sumo interés. Hasta ahora, no se han percatado de la existencia en esta realidad nuestra, de una especie de manifestación de la Teoría del Caos. Sin dudas, observar el proceso de la dictadura cubana a traves de estos 50 años, permite incluirla dentro de una manifestación en la realidad de dicha Teoría del Caos.
Veamos, porque realmente queda perplejo aquel que dirige su mirada a la tal manifestación, ¿es un orden dentro del caos o es un caos dentro del orden?, cabe preguntarse; porque existe un gobierno que no es gobierno, o viceversa, un desgobierno que se contituye per se en gobierno; existe un cuerpo de leyes, esta es, considero yo, la manifestación más plena de la teoria caótica, dicho cuerpo de leyes contiene absurdos como leyes generales que invalidan a la totalidad por su inespecificidad, como por ejemplo, la ley de peligrosidad, la ley de delitos contra la ¿seguridad del estado?, el espectro legal de las leyes anteriores, invalidad cualquier ley creada, pues no se define plenamente en los articulados, por el contrario, sirven estos para generalizar e incluir cualquier acto o actitud, pues !como no¡, se prejuzga, que le venga en la realísima gana al absurdo sistema represor.
Los constantes inconstantes cambios de humor en el sátrapa, ahora morinauseabundo, y su particular ejecución real e imperial, se reflejan en la destrucción-derrucción de la ínsula caribeña. Ciertamente, esto último conduce a la caótica situación en donde cada vez brilla el orden por su ausencia.
El continuador, especie de andrógino en toda la extensión de la palabra, de su gusto y proceder, se dirige a una especie de limbo caótico, un karma plasmático e inoperante, "light", abanica las manos semejante a los primigenios alados, se lava como Poncio Pilato, y al igual que aquel, no se quita la mancha de la sangre homicida derramada de consuno con el resto humano que escribe bodrios y balbucea amenazas, mientras su reloj consume los últimos granos de vida.
Es cierto, que luego, tras el caos, vendrá también el orden, lógico, humano, democrático; en el interín, invito a los interesados a dirigir su mirada escrudiñadora a la isla de Cuba, prueba real y palpable de la Teoría del Caos.
Interesante punto
ResponderEliminarHey! buen blog. Seguí adelante.
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