--SHOOTDOWN--

Cientos de residentes de Miami y otros que no viven en esta ciudad le deben sus vidas a un pequeño grupo de voluntarios que dedicaron muchas horas de vuelo para salvar a sus hermanos cubanos que a merced de los elementos traicioneros del Estrecho de la Florida estaban condenados a una muerte segura. En el mapa la distancia entre Cuba y la Florida es nada, en la realidad es un vastísimo y bravío mar donde una balsa es una aguja en un pajar, yo estuve allí y se de lo que hablo: El viaje comienza con el optimismo y la esperanza de llegar bién, los fornidos brazos empujan con violencia a la balsa que rápidamente se aleja de la orilla turbulenta azotada por los Alisios del noreste, esta corriente de vientos hace muy dificil dejar la costa pues el mar nuevamente te empuja a ella pero despues de esa primera batalla contra los elementos sientes que el agua se hace más fría y el azul se va convirtiendo en negro debajo de ti, estás en ese momento en el albor del Estrecho y la profundidad es abismal, tenebrosa. casi siempre esas primeras 10 a 24 horas son de empuje y optimismo que empieza a ceder cuando al cabo de ellas aun ves en lontanaza la costa cubana y vas cayendo en cuenta de que falta muchísimo aun, la nada se abre al norte, un inmenso mar sin límites, solo agua no potable y comienzas a restringirte, tienes agua suficiente pero debes ahorrarla, hay comida pero deben comer primero las mujeres y niños si hay, el agua es para ellos primero, claro está. Pasan dos, tres y cuatro días ya no hay fuerzas, el sol es la tortura mayor no importa si te tapas ó no, de noche el frío cala hasta la última molécula y cuando crees que estás más cerca de tu objetivo viene lo peor, la nunca ausente tormenta, que desmantela, el mar hierve literalmente, la ola es una montaña de agua que sin piedad te golpea, te hiela, no sabes cuando te dará a ti el próximo rayo, el mundo comienza a desmoronarse cuando ves caer por la borda a un ser querido que desaparece sin poder dar un grito siquiera, envuelto en la espuma mortal de una mar que al parecer te odia. Amaneces, sin agua ni comida, todo se fué con el agua, sin rumbo, sin brújula, sin referencias y con el dolor tremendo de haber perdido a tu madre, tu padre ó un hijo, delante solo está la nada, la desesperación, el sabor horrible de la sal y la piel que arde como si hubiesen vertido sobre ella un balde de aguas hirvientes, entonces empiezas a morir poco a poco, entre alucinaciones, gritos, clamores a un Dios que tal pareciera no tener tiempo para ti y ya cuando todo está por acabar, ves en el cielo una pequeña mancha, un punto que viene directo a ti y que casi besando el agua te sobrevuela y te lanza un gran paquete con agua, comida y fundas, regresa de nuevo y te lanza una nota que lees con desespero y la nota dice "Bienvenidos a tierras de libertad, solo esperen un poco más" y así es, unas horas despues desde el horizonte corta el mar un navío blanco y rojo y cuando se acerca lees "U.S COAST GUARD", estás salvado amigo.

El 24 de febrero de 1996 en aguas internacionales fueron asesinados 4 ángeles, los demonios gritaban frenéticos con palabrotas irrepetibles, chapoteando sobre la sangre calcinada de estos muchachos que tantas vidas salvaron.

Gloria eterna y recordación para Armando Alejandre; Carlos Costa; Pablo Morales y Mario de la Peña, muchos les deben hoy la existencia y vivir en tierras de libertad, olvidarlos sería un crimen igual a matarlos otra vez, gracias hermanos.