Cuba elimina el impuesto a las remesas desde Estados Unidos.

Desde el día en que supe que Raúl Castro estaba exiliando presos políticos con una falsa libertad vestida de destierro, pensé que algo raro sucedía para que se diera tal cambio de actitud en el gobierno cubano. Para colmo esto llegaba de la mano de la Iglesia cubana, un absurdo intemediario que está practicando su prédica de poner la otro mejilla.

Luego llegarían los rumores de una apertura en el tema de la pequeña empresa, seguido de la noticia de los despidos masivos que ya han comenzado, con ese método habitual, tan revolucionario que engrandece la envidia y envilece a los hombres. Con comisiones formadas por los mismos trabajadores de una empresa y que han dado comienzo a una lucha con cuartel en la delación, la calumnia, y la injuria, hacia los propios compañeros de trabajo.

Mientras leía y escuchaba estas noticias, que llegaban acompañadas de un tardío reconocimiento por parte de Fidel Castro de que el sistema cubano no era bueno ni para Cuba, ni para nadie, en una evidente jugada planificada para que pareciera una casualidad devenida en titular ante un periodista norteamericano, que fue invitado por el Castro depuesto para hablar del peligro de las armas nucleares en el mundo; pensé: "He de darme prisa en publicar la novela que estoy escribiendo, si no corro el peligro de que todo aquello que he escrito en ella, se haga realidad y ya no tendría gracia"

Pero volviendo a la actualidad cubana, hoy me he enterado que el gobierno de Raúl Castro, pocos días depués de pronunciado el discurso mas apocalíptico de la historia de la revolución cubana y a la vez el mas alentador, pues sugiere un cambio drástico de dirección que hace años todos los cubanos esperamos, ahora acaban de eliminar los aranceles a las remesas enviadas a través de la Western Union, desde los Estados Unidos.

Al parecer el señor Raúl Castro no solo ha puesto a buen resguardo los 900 millones que la revista Forbes le atribuyó a su hermano, sino también todo el dinero de las cuentas que congeló desde 2008 de cientos de empresarios extranjeros en Cuba, y los dividendos de cuantas empresas operan fuera de la isla, algunas bajo aparentes propietarios cubanos libres que en realidad son agentes económicos encubiertos. Solo si todo este dinero ha pasado a estar donde siempre debió estar, en las manos de sus "legítimos dueños", es cuando hay que declarar inevitablemente la bancarrota de la economía cubana, que hace muchos años que se sustenta con este dinero que pertenece ilícitamente a la familia Castro. Esa dinastía de dictadores monarcas, por primera vez toman alguna medida pensando en las arcas del estado de Cuba, que han quedado vacías, después de llenar ellos,  las suyas propias.

Lamentablemente no habrá 2011 próspero para Cuba, sino mas bien un año plagado de medidas desesperadas, tomadas desde la perspectiva de mantener el poder y garantizar la sucesión, mas que de aliviar la ya precaria situación de la sociedad cubana. Una vez más se le pide al pueblo que resista, que lo mejor para Cuba, no pasa por ser lo mejor para sus habitantes.

Aunque hay que reconocer que eliminar los impuestos a las remesas, es la primera medida tomada en muchos años que favorece no solo a los intereses del gobierno, sino también a los cubanos en Cuba y en Estados Unidos.

Liu Santiesteban.