Joaquín Sabina critica el régimen cubano en vísperas de su actuación en Miami (video)

Desde el exilio se ha visto como un oportunismo y una falsedad, una manera de conectar con los cubanos de Miami para llenar salas de conciertos, las declaraciones de Sabina, de Carlos Varela y de Pablo Milanés, antes de sus actuaciones en esa ciudad. Pero a mí me gusta siempre ver el lado positivo de las situaciones.

Creo que todo en esta vida tiene ventajas, lado bueno, o como diría el refrán: No hay mal que por bien no venga. Lo cierto es que estos artistas no hacían este tipo de declaraciones en el pasado. Y vendían discos. Siempre lo han hecho.

Entonces si lo miramos por el lado bueno, estamos ganado adeptos, los que buscamos aunar esfuerzos en contra de la dictadura agonizante en Cuba. Sea cual sea la razón, estos artistas están posicionándose a nuestro lado. Nunca tendremos a Silvio, ni a Vicente Feliú, pero ¿quién los necesita de todos modos?

Los artistas son un activo necesario para la lucha por las libertades. Un activo imprescindible diría yo. Arrastran a sus fans y hacen una publicidad invaluable a la causa de la que se hagan eco. Entonces vale la pena mirar el lado bueno de su cambio de bando. No es buena idea ir en contra de ellos o tratar de minimizar su esfuerzo, sean cuales sean sus razones. Porque quien lo ha hecho con anterioridad ha perdido la batalla, que no la guerra, pero como mínimo ha pospuesto la victoria.

Me viene a la memoria, lo que le pasó a Mariano Rajoy en las primeras elecciones en las que se enfrentó a Zapatero. Se le ocurrió decir que los artistas no eran personas normales y que no se levantaban a las 7 de la mñana para trabajar, que él no pretendía gobernar para ellos. El resultado no se hizo esperar y además obtuvo una respuesta que junto al voto gay y al emigrante, le hizo perder la presidencia: Todos los artistas españoles se unieron para hacer campaña a favor de Zapatero. Todos sabemos lo que pasó después.

Ocho años mas tarde, Mariano Rajoy tiene una nueva oportunidad. La crisis económica mundial y la mala gestión de Zapatero le han allanado el camino. Espero que después de dos legislaturas haya aprendido la lección: No hay que menospreciar votantes gays, artistas o emigrantes para ganar conservadores o indecisos, porque lo que hay que ganar son las elecciones.

Así que voy a hacer algo arriesgado, después de todo, aunque uno tenga miedo, sino se lanza, nunca sabrá lo que pudo haber sucedido: Quiero dar las gracias a Joaquín Sabina, a Pablo Milanés y a Carlos Varela, no por estar en el bando correcto, el de los justos y valientes, sino al menos, por dejar de apoyar al desgobierno actual en nuestra Cuba.

Liú Santiesteban.