El presidente de Cuba, Raúl Castro, asistió ayer a la consagración de la primera catedral de la Iglesia ortodoxa rusa en Cuba, en un acto en el que estuvo presente Kiril Gundjaev, número dos del Patriarcado de Moscú.
En medio de un gran dispositivo de seguridad, Raúl Castro llegó al templo en compañía del historiador de La Habana Eusebio Leal, minutos antes del inicio de la ceremonia.
Al acto, cerrado a la prensa internacional, asistieron representantes de otras confesiones religiosas y una delegación de alrededor de un centenar de rusos; entre ellos, dos viceministros y representantes de la Duma rusa, encabezados por la vicepresidenta primera, Liubov Konstantinovna.
El nuncio del Vaticano en La Habana, Luigi Bonazzi, celebró la inauguración del primer templo ortodoxo ruso porque "todo lo que favorece la emergencia de la fe religiosa es importante, es una expresión para darle Dios al hombre". "Somos Iglesias hermanas y que cada una tenga las posibilidades de tener sus medios es ciertamente un aspecto positivo", añadió Bonazzi.
Según la Embajada rusa en La Habana, en Cuba hay unos 3.000 rusos, cifra que según distintas fuentes varía hasta los 14.000. Una gran parte de ellos se casaron con cubanos durante la época en que había estrechas relaciones entre la isla y la Unión Soviética, principal sostén económico de la isla hasta su desaparición. También hay un número indeterminado de ciudadanos de otras repúblicas de la ex Unión Soviética.
La inauguración se produce en un momento en el que los Gobiernos de Cuba y Rusia han anunciado un impulso a sus relaciones bilaterales, mermadas durante los últimos años.
Al acto, cerrado a la prensa internacional, asistieron representantes de otras confesiones religiosas y una delegación de alrededor de un centenar de rusos; entre ellos, dos viceministros y representantes de la Duma rusa, encabezados por la vicepresidenta primera, Liubov Konstantinovna.
El nuncio del Vaticano en La Habana, Luigi Bonazzi, celebró la inauguración del primer templo ortodoxo ruso porque "todo lo que favorece la emergencia de la fe religiosa es importante, es una expresión para darle Dios al hombre". "Somos Iglesias hermanas y que cada una tenga las posibilidades de tener sus medios es ciertamente un aspecto positivo", añadió Bonazzi.
Según la Embajada rusa en La Habana, en Cuba hay unos 3.000 rusos, cifra que según distintas fuentes varía hasta los 14.000. Una gran parte de ellos se casaron con cubanos durante la época en que había estrechas relaciones entre la isla y la Unión Soviética, principal sostén económico de la isla hasta su desaparición. También hay un número indeterminado de ciudadanos de otras repúblicas de la ex Unión Soviética.
La inauguración se produce en un momento en el que los Gobiernos de Cuba y Rusia han anunciado un impulso a sus relaciones bilaterales, mermadas durante los últimos años.
(Publicado hoy en EL País)
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