Obama no es Fidel.

Por Magia, desde Canarias.

Hace días que hay comentarios en este y otros blogs, donde algunos cubanos ven en Barack Obama, candidato demócrata a las elecciones norteamericanas, un peligro inminente para la Democracia en Estados Unidos. Incluso lo comparan con el triunfo de Fidel Castro, en 1959 y el impacto que tuvo en la sociedad cubana de la época. Un impacto que arrastró a varios millones de cubanos a apoyarlo incondicionalmente.

A menos de tres días de las elecciones, me parece absurda esta reflexión que parece ser tendencia en algunos cubanos con derecho al voto en USA.

Punto uno: Hablamos de un país que tiene mas de 200 años de Democracia. Cuba apenas tenía 57 y habría que descontar los años de varias dictaduras.

Punto dos: La isla se colapsaba socialmente en enero de 1959, aunque gozaba de cierta prosperidad económica, todo lo contrario de lo que ocurre hoy, 50 años después, en Los Estados Unidos de América.

El primer punto es importante. La llamada potencia número uno del mundo,(habrá que ver si supera esta crisis, como ha hecho con tantas otras) se rige por un sistema democrático maduro y bien consolidado. Hay tres grandes poderes: el judicial, el ejecutivo y el legislativo bien separados los unos de los otros y unidos pueden aprobar leyes, aun cuando el presidente no esté de acuerdo.(algo difícil de comprender y creer para muchos cubanos, les recomiendo leer cómo funciona aquí) La constitución se asegura de que todo el poder no pueda concentrarse en una sola persona, de modo que es bastante difícil, sino imposible que, Obama pueda torcer el sistema norteamericano en socialismo cubano.

El segundo punto no requiere de mas comentarios, se explica por si sólo y existe un tercer punto fundamental.

Es verdad que el candidato demócrata tiene madera de líder, que el hecho de que sea elegido presidente será un cambio en sí mismo, dada su raza, su edad, su discurso, pero sería un cambio determinado libremente con el voto directo del pueblo norteamericano, y aquí radica la gran diferencia con la situación cubana de hace 50 años.

Quienes quieran a McCain como presidente podrán votarle y hacer campaña, para que sus amigos, familiares, conocidos y desconocidos voten por su candidato. Aun los que voten por Obama el 4 de noviembre, si los próximos cuatro años de su gobierno, no responden a sus espectativas o si el demócrata se vuelve el diablo rojo, pueden sacarlo de la Casa Blanca, con su voto. En el peor de los casos el comunismo en USA sólo podrá durar 8 años máximo.

Fidel en cambio metió un pie, el cuerpo, una cañona, una violación a la república adolescente, a pesar de gozar con la aprobación popular durante los primeros años de su mandato. Aquellos que no lo hubieran elegido nunca, o quienes se decepcionaron mas tarde no tuvieron la opción de la que hoy disfrutan los americanos.

En su sabiduría senil, Fidel Castro le hace campaña a Obama. Sabe perfectamente el efecto que eso puede tener en los cubanos de la Florida. Sobre todo en el exilio histórico.

Lo último que este señor puede querer es que un afroamericano sea el presidente de su archienemigo, el imperialismo.

¿Cómo se ataca, se humilla o disminuye a un hombre negro sin correr el riesgo de quedar como un fascista? ¿Cómo se explica al pueblo cubano que hay racismo feroz y discriminación generalizada en las entrañas del monstruo, si el presidente es un hombre negro? ¿Cómo se sostienen la hostilidad, la falta de libertades, las mentiras, los pretextos si hay una disposición al diálogo, la regularización de los viajes, las remesas y hasta la posibilidad de que quiten el bloqueo?

Lo irónico es que estamos de repente en el mismo punto que hace 50 años, cuando Nixon subestimó a Fidel y este agarró la mano que le ofreció Nikita Khrushchev, marcando definitivamente el rumbo de los acontecimientos.

Esta vez el presidente electo en Estados Unidos marcará el rumbo a seguir en Cuba. Ahí está la mano de los rusos extendiéndose otra vez. Si sale McCain volveremos a los rusos y a empezar de nuevo. Ya lo dice el dicho: la vida es una rueda. Si sale Obama, quizás tienda también su mano y logre un final distinto, porque el final ruso ya sabemos cuál es: KONIEC.

Como este comentario no es ruso, no tiene por qué terminar así. Al final lo importante es que voten. Si quieren hacerlo por McCain, me parece estupendo pero por favor, no exageren, que ni USA es Cuba, ni Obama es Fidel.