Por Pablo Felipe Pérez Goyry*
A todas luces, el nuevo inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, tiene múltiples responsabilidades, y, debe articular estrategias y decisiones trascendentales como: a) Dar solución a la gravísima situación económica y financiera doméstica; (b) Qué hacer con la guerra en Iraq y Afganistán [cómo retirar las tropas del primero y enviar al segundo refuerzos militares. De ahí que, en su primera semana en la presidencia, Obama pidiera al Pentágono planificar un retiro de tropas de Irak en 16 meses de una manera ''responsable'', que no ponga en peligro la vida de los 142,000 soldados estadounidenses que se encuentran desperdigados en ese país.], etcétera.
Otra complicación que debe enfrentar, Obama, y poco se comenta, es la ola de suicidios de militares en EE.UU.; se dice que unos 143 militares estadounidenses se han quitado la vida. Según Radio Nederland Wereldomroep (30-01-09), “el Pentágono indicó que nunca antes se había producido una cantidad tan alta de suicidios. En el 2007 se suicidaron 115 militares y 102 en el 2006. Se ignora los motivos del alza de la tasa de suicidios. El Ejercito considera que el estrés desempeña un importante papel. Casi una tercera parte de los militares, que se quitaron la vida, estaban destacados en misiones en Iraq y Afganistán”. Sin contar los que han perdido la vida en esas tierras y los que regresan a casa heridos o con secuelas irreparables físicas y psicológicas...
También, no hay que olvidar que el nuevo gobierno estadounidense, debe enfrentar y contener la criminalidad generada por el narcotráfico, no solo en su territorio, sino ayudar a países como México y Colombia que sufren este flagelo.
Infortunadamente, si grave es la guerra entre carteles para los mexicanos, para los colombianos, es en extremo peliagudo.
El gobierno colombiano, presidido por Álvaro Uribe, insiste en que su proyecto de “seguridad democrática” solucionará el desempleo, desplazamiento forzado, derrotará a las guerrillas, paramilitares y narcotraficantes. Plan que, en seis años de su gobierno, no ha dado los resultados esperados..., porque continúan los desplazamientos y las acciones militares hacen cosquillas a los grupos al margen de la ley.
En estos años de gobierno uribista, el desplazamiento forzado ronda ahora los 2 millones de personas; de cada dólar gastado para comprar cocaína en el mundo, entre 15 y 20 centavos terminan en manos de los grupos armados ilegales colombianos; por diferentes motivos, incluyendo la falta de oportunidades para los jóvenes, hace que cada día aumente: la siembra de cultivos ilícitos y la producción de drogas, la inseguridad, las muertes selectivas y los falsos positivos, la extorsión, etcétera. Además, ahora Uribe quiere hacer una nueva reforma constitucional, para por segunda oportunidad poderse reelegir. Es decir, en Colombia, la guerra interna y la animadversión, la violencia y la corrupción, el maniqueísmo y los escarnios están matando la democracia, las ideas y los argumentos, y, sistemáticamente se censura a los que hacen uso de la libertad de expresión para disentir o debatir los procedimientos que en nombre de la “seguridad democrática” monopolizan el caciquismo-mandril. ¿Qué papel jugará Obama en la búsqueda de solución a la barbarie y podredumbre embutida, por décadas, en el contexto colombiano? ¿Por cuánto tiempo debe sufrir este calvario el pueblo colombiano?
Asimismo, Obama, “tiene un compromiso”, sobre los viajes y remesas a Cuba. En los últimos días se comenta que ya hay fechas para levantar las “restricciones a viajes y envíos de remesas”. Se dice que el anuncio se haría en un plazo de entre 60 y 90 días... De ocurrir esto, Obama cumpliría la promesa, que hizo durante la campaña, a las exigencias mayoritarias de los cubanos, contra las sanciones impuestas por la administración Bush en el 2004.
Para algunos analistas, me adhiero, el levantamiento ocurriría en los días cercanos o durante la “V Cumbre de las América”, a celebrarse en Puerto España, Trinidad y Tobago, del 17 al 19 de abril, y, sería un gesto humanitario al reclamo justo de los cubanos que tienen familiares en el archipiélago. De ser así, sería una señal positiva para un acercamiento entre Estados Unidos y La Habana. Ojalá, sea la apertura para limar asperezas en las relaciones bilaterales y la aplicación sin acrimonia de una nueva filosofía político-comercial estadounidense, no sólo con relación a Cuba, también con América Latina.
A propósito de relaciones y diplomacia... Por estos días, Raúl Castro, visitó Rusia para entrevistarse con el presidente Dimitri Medvédev y el primer ministro Vladímir Putin. Además, ambos países firmaron ‘‘diversos documentos conjuntos'' en las esferas económico-comercial, cultural-humanitaria y financiero-inversora. Entre ellos, según la agencia EFE, “uno de entendimiento en la esfera del petróleo y el gas, otro para la financiación de estudios geológicos de las reservas de serpentinita en la isla y uno más de cooperación en la esfera de la construcción de barcos”. Afirma EFE, que “Rusia ya concedió en noviembre un crédito a Cuba de $20 millones, como parte de los diez acuerdos sobre las industrias del níquel y automotriz, el petróleo y el suministro de trigo a la isla”. No hay dudas que se están fortaleciendo las relaciones bilaterales que desde 1991 se habían deteriorados después del desmoronamiento de la URSS... ¿Qué se estará planeando detrás de bambalinas?
También, es curioso como ahora la Unión Europea y China [y Estados Unidos con Vietnam y China] consolidan sus relaciones comerciales y diplomáticas... ¿Por qué EE.UU. no tiene el mismo trato con Cuba? ¿China y Vietnam no son comunistas y regímenes totalitarios que viola los Derechos Humanos?
Barack Obama debería avivar el oído y escuchar con sabiduría y discernimiento lo que expresan los cubanos, de adentro y los de afuera, sin excepción. Y más allá de los dogmas, ayudar con respeto a retorne la democracia a Cuba. Del mismo modo, revisar en detalle el informe “Repensando las relaciones EE.UU.-Latinoamérica”, en cuya elaboración participaron el doctor Abraham Lowenthal, reconocido latinoamericanista, el embajador Thomas Pickering, el ex presidente de México Ernesto Zedillo, y, otras destacadas personalidades del mundo político y académico del continente. ''Lo importante es que el presidente Obama se prepare bien para escuchar y para mostrarse capaz de sostener una discusión sustantiva con los interlocutores regionales”, dice uno de los autores.
Insisto en que, siempre que platico sobre el tema del que hablan [por sí] mismo estas cuartillas, no me tiembla el pulso, y no hay sístole en el alma mía, porque con probidad he respaldado, por décadas, una salida pacífica al problema cubano y a las desavenencias entre Estados Unidos y Cuba..., y América Latina. Es execrable la manera como se manipulan las informaciones y eventos sobre estos y otros temas neurálgicos que acontecen en ambos lados del estrecho de la Florida, y el resto del continente. Manipulación, no para buscar una solución..., sino para satisfacer mezquinos anhelos de cualquier maniatiquito de sectores político-económicos radicales en Cuba, el exilio..., y caciquismo latinoamericano.
Hasta aquí, he platicado sobre realidades que están a la vista, que pareciera que nadie se inquieta con pundonor... ¿Por qué será? ¿Hasta cuándo?
Por todas estas razones, mi comedida opinión: La Cumbre de las América, tendrá lugar en Trinidad y Tobago el 17 de abril, y sería una magnífica oportunidad para que Estados Unidos replantee su estrategia diplomática sobre los temas centrales de su relación con la región, los problemas de la integración económica y las migraciones, la energía y el cambio climático, la seguridad hemisférica, la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo...
Con todo, más allá de las palabras y acciones, le conviene a Washington razonar con templanza, ya que, los tiempos que vive la humanidad toda es dificultosa, y es hora de conversar sin pueril y exagerado engreimiento, sin jactancia y descomedimiento, sin cachiporras y porrazos. Porque sólo los sentimientos decorosos y la observancia del interés general pueden abrir la puerta del diálogo honesto: entre Estados Unidos y otros países, asimismo, con Cuba, y, por qué no entre los mismos cubanos. Perentoriamente..., dixi y alea iacta est. ¡Dios salvaguarde a la Nación cubana, y a mi no me olvide!Ω
*Pablo Felipe Pérez Goyry. Analista y Periodista. Premio de Periodismo José María Heredia 2008. Miembro del Instituto Nacional de Periodismo Latinoamericano (INPL). Miembro de la Federación Internacional de Periodistas Digitales (FIPED).
Web: http://es.geocities.com/libertadeopinion/
A todas luces, el nuevo inquilino de la Casa Blanca, Barack Obama, tiene múltiples responsabilidades, y, debe articular estrategias y decisiones trascendentales como: a) Dar solución a la gravísima situación económica y financiera doméstica; (b) Qué hacer con la guerra en Iraq y Afganistán [cómo retirar las tropas del primero y enviar al segundo refuerzos militares. De ahí que, en su primera semana en la presidencia, Obama pidiera al Pentágono planificar un retiro de tropas de Irak en 16 meses de una manera ''responsable'', que no ponga en peligro la vida de los 142,000 soldados estadounidenses que se encuentran desperdigados en ese país.], etcétera.
Otra complicación que debe enfrentar, Obama, y poco se comenta, es la ola de suicidios de militares en EE.UU.; se dice que unos 143 militares estadounidenses se han quitado la vida. Según Radio Nederland Wereldomroep (30-01-09), “el Pentágono indicó que nunca antes se había producido una cantidad tan alta de suicidios. En el 2007 se suicidaron 115 militares y 102 en el 2006. Se ignora los motivos del alza de la tasa de suicidios. El Ejercito considera que el estrés desempeña un importante papel. Casi una tercera parte de los militares, que se quitaron la vida, estaban destacados en misiones en Iraq y Afganistán”. Sin contar los que han perdido la vida en esas tierras y los que regresan a casa heridos o con secuelas irreparables físicas y psicológicas...
También, no hay que olvidar que el nuevo gobierno estadounidense, debe enfrentar y contener la criminalidad generada por el narcotráfico, no solo en su territorio, sino ayudar a países como México y Colombia que sufren este flagelo.
Infortunadamente, si grave es la guerra entre carteles para los mexicanos, para los colombianos, es en extremo peliagudo.
El gobierno colombiano, presidido por Álvaro Uribe, insiste en que su proyecto de “seguridad democrática” solucionará el desempleo, desplazamiento forzado, derrotará a las guerrillas, paramilitares y narcotraficantes. Plan que, en seis años de su gobierno, no ha dado los resultados esperados..., porque continúan los desplazamientos y las acciones militares hacen cosquillas a los grupos al margen de la ley.
En estos años de gobierno uribista, el desplazamiento forzado ronda ahora los 2 millones de personas; de cada dólar gastado para comprar cocaína en el mundo, entre 15 y 20 centavos terminan en manos de los grupos armados ilegales colombianos; por diferentes motivos, incluyendo la falta de oportunidades para los jóvenes, hace que cada día aumente: la siembra de cultivos ilícitos y la producción de drogas, la inseguridad, las muertes selectivas y los falsos positivos, la extorsión, etcétera. Además, ahora Uribe quiere hacer una nueva reforma constitucional, para por segunda oportunidad poderse reelegir. Es decir, en Colombia, la guerra interna y la animadversión, la violencia y la corrupción, el maniqueísmo y los escarnios están matando la democracia, las ideas y los argumentos, y, sistemáticamente se censura a los que hacen uso de la libertad de expresión para disentir o debatir los procedimientos que en nombre de la “seguridad democrática” monopolizan el caciquismo-mandril. ¿Qué papel jugará Obama en la búsqueda de solución a la barbarie y podredumbre embutida, por décadas, en el contexto colombiano? ¿Por cuánto tiempo debe sufrir este calvario el pueblo colombiano?
Asimismo, Obama, “tiene un compromiso”, sobre los viajes y remesas a Cuba. En los últimos días se comenta que ya hay fechas para levantar las “restricciones a viajes y envíos de remesas”. Se dice que el anuncio se haría en un plazo de entre 60 y 90 días... De ocurrir esto, Obama cumpliría la promesa, que hizo durante la campaña, a las exigencias mayoritarias de los cubanos, contra las sanciones impuestas por la administración Bush en el 2004.
Para algunos analistas, me adhiero, el levantamiento ocurriría en los días cercanos o durante la “V Cumbre de las América”, a celebrarse en Puerto España, Trinidad y Tobago, del 17 al 19 de abril, y, sería un gesto humanitario al reclamo justo de los cubanos que tienen familiares en el archipiélago. De ser así, sería una señal positiva para un acercamiento entre Estados Unidos y La Habana. Ojalá, sea la apertura para limar asperezas en las relaciones bilaterales y la aplicación sin acrimonia de una nueva filosofía político-comercial estadounidense, no sólo con relación a Cuba, también con América Latina.
A propósito de relaciones y diplomacia... Por estos días, Raúl Castro, visitó Rusia para entrevistarse con el presidente Dimitri Medvédev y el primer ministro Vladímir Putin. Además, ambos países firmaron ‘‘diversos documentos conjuntos'' en las esferas económico-comercial, cultural-humanitaria y financiero-inversora. Entre ellos, según la agencia EFE, “uno de entendimiento en la esfera del petróleo y el gas, otro para la financiación de estudios geológicos de las reservas de serpentinita en la isla y uno más de cooperación en la esfera de la construcción de barcos”. Afirma EFE, que “Rusia ya concedió en noviembre un crédito a Cuba de $20 millones, como parte de los diez acuerdos sobre las industrias del níquel y automotriz, el petróleo y el suministro de trigo a la isla”. No hay dudas que se están fortaleciendo las relaciones bilaterales que desde 1991 se habían deteriorados después del desmoronamiento de la URSS... ¿Qué se estará planeando detrás de bambalinas?
También, es curioso como ahora la Unión Europea y China [y Estados Unidos con Vietnam y China] consolidan sus relaciones comerciales y diplomáticas... ¿Por qué EE.UU. no tiene el mismo trato con Cuba? ¿China y Vietnam no son comunistas y regímenes totalitarios que viola los Derechos Humanos?
Barack Obama debería avivar el oído y escuchar con sabiduría y discernimiento lo que expresan los cubanos, de adentro y los de afuera, sin excepción. Y más allá de los dogmas, ayudar con respeto a retorne la democracia a Cuba. Del mismo modo, revisar en detalle el informe “Repensando las relaciones EE.UU.-Latinoamérica”, en cuya elaboración participaron el doctor Abraham Lowenthal, reconocido latinoamericanista, el embajador Thomas Pickering, el ex presidente de México Ernesto Zedillo, y, otras destacadas personalidades del mundo político y académico del continente. ''Lo importante es que el presidente Obama se prepare bien para escuchar y para mostrarse capaz de sostener una discusión sustantiva con los interlocutores regionales”, dice uno de los autores.
Insisto en que, siempre que platico sobre el tema del que hablan [por sí] mismo estas cuartillas, no me tiembla el pulso, y no hay sístole en el alma mía, porque con probidad he respaldado, por décadas, una salida pacífica al problema cubano y a las desavenencias entre Estados Unidos y Cuba..., y América Latina. Es execrable la manera como se manipulan las informaciones y eventos sobre estos y otros temas neurálgicos que acontecen en ambos lados del estrecho de la Florida, y el resto del continente. Manipulación, no para buscar una solución..., sino para satisfacer mezquinos anhelos de cualquier maniatiquito de sectores político-económicos radicales en Cuba, el exilio..., y caciquismo latinoamericano.
Hasta aquí, he platicado sobre realidades que están a la vista, que pareciera que nadie se inquieta con pundonor... ¿Por qué será? ¿Hasta cuándo?
Por todas estas razones, mi comedida opinión: La Cumbre de las América, tendrá lugar en Trinidad y Tobago el 17 de abril, y sería una magnífica oportunidad para que Estados Unidos replantee su estrategia diplomática sobre los temas centrales de su relación con la región, los problemas de la integración económica y las migraciones, la energía y el cambio climático, la seguridad hemisférica, la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo...
Con todo, más allá de las palabras y acciones, le conviene a Washington razonar con templanza, ya que, los tiempos que vive la humanidad toda es dificultosa, y es hora de conversar sin pueril y exagerado engreimiento, sin jactancia y descomedimiento, sin cachiporras y porrazos. Porque sólo los sentimientos decorosos y la observancia del interés general pueden abrir la puerta del diálogo honesto: entre Estados Unidos y otros países, asimismo, con Cuba, y, por qué no entre los mismos cubanos. Perentoriamente..., dixi y alea iacta est. ¡Dios salvaguarde a la Nación cubana, y a mi no me olvide!Ω
*Pablo Felipe Pérez Goyry. Analista y Periodista. Premio de Periodismo José María Heredia 2008. Miembro del Instituto Nacional de Periodismo Latinoamericano (INPL). Miembro de la Federación Internacional de Periodistas Digitales (FIPED).
Web: http://es.geocities.com/libertadeopinion/
Febrero de 2009.
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