Día mundial antitabaco: ¿Cómo dejar de fumar y ser feliz en el intento?

Hoy es el día mundial sin tabaco, 31 de mayo; ¡y yo cumpliré 1 mes sin fumar el próximo viernes! Para los no fumadores este período de tiempo puede ser irrisorio, ridículo, mínimo; pero para los fumadores que lo han intentado una y otra vez, que yo les diga que llevo casi 30 días sin probar ni una caladita y sin sufrir amargamente por eso, esos 30 días a los que hago referencia, son una hazaña.
Yo sólo pude reducir mi consumo de tabaco, durante casi dos años,  cuando me quedé embarazada. Digo reducir porque aunque dejé drásticamente de consumir 20 cigarrillos diarios, a cada rato encendía uno y lo apagaba inmediatamente después, pues había leído que para el feto es peor "el mono de tabaco" que una caladita de cuando en vez.

Así que hoy 31 de mayo estoy muy orgullosa de mí misma, porque nunca antes, jamás, yo había estado 30 días seguidos sin fumar. He estado luchando contra ese vicio las últimas 744 horas y he descubierto varias cosas, que comparto a continuación por si a alguien le interesa:

Es verdad que para dejarlo sólo se necesita voluntad pero, ¿qué significa esto? Significa que cuando hayas tomado tu desición, solo lograrás tu objetivo si lo haces por tí mismo, por tu propio beneficio, tus propias razones. No resulta fácil las primeras 744 horas jajajaja, no, en serio, las primeras 72 horas son críticas, deberás esforzarte un poco para no comprar, pero cuando pases esa barrera, cada vez menos tendrás que ponerte firme contigo mismo para no comprar, ni picar a otro fumador.

Es verdad que ganas peso, pero es porque ahora comes, cuando antes fumabas, y reconócelo, antes fumabas mucho. En mi caso el querer ganar peso es uno de los motivos por lo que lo he dejado; pero como la mayoría de la gente no quiere ganar peso, te aconsejo que llenes el tiempo que antes dedicabas a fumar con otra cosa, chicle normal y corriente, no de nicotina, esos no te ayudan a dejarlo, chupa chups sin azúcar, caramelos blandos, con o sin azúcar, sexo ;), ejercicio o cualquier otra cosa que no te recuerde el tabaco.

Los momentos más difíciles son aquellos habituales en los que relacionas el tabaco con una emoción. Estás contento, has terminado de comer, has desayunado un café solo, has terminado de hacer el amor, estás nervioso, exitado, triste, cabreado. Al principio serán todos los momentos, pero si has tomado la desición en firme puedes lograrlo. Si yo estoy pudiendo, cualquiera puede, porque Dios sabe que nunca me he enviciado con nada, jamás me ha controlado algo excepto el tabaco, que me ha hecho caer muy bajo en ocasiones, muy dentro de mis propios ceniceros y de otros no tan propios.

He decidido acabar con eso, llevaba fumando casi 20 años y se ha acabado para mí: Estoy harta de tener  amarillas las uñas del dedo índice, ahora están blanquitas. Quiero mantener mis labios suaves y lisos sin tener que usar cacao todo el día. Quiero poder besar a alguien sin pensar en que huelo a tabaco y no solo me refiero a los besos en la boca, sino a acercarme a alguien y que toda yo huela a tabaco, mi pelo, mi piel, mi ropa. Estoy harta de todo eso, ahora mi casa huele bien, yo también y mi hijo respira un ambiente sano.

Pero sobre todo, yo me siento infinitamente mejor: no me ahogo al subir las escaleras, cocino mas rico, he dejado de estar ansiosa por fumar, desesperada por hacerlo y de tener taquicardia después de fumarme un cigarro en menos de 4 minutos. Y he descubierto que es un mito lo del mal humor. El mal humor es porque no tienes tabaco y tienes que comprar, pero no puedes porque el estanco está lejos o no puedes salir o no tienes dinero, pero cuando no lo haces porque no quieres, dudas un instante delante de la tienda y dices no, ya no mas; y sigues adelante.

No cuesta dejarlo, lo que cuesta es encontrar tus propias razones para poder tomar con firmeza la desición de abandonarlo. Aquí hay un video que tal vez pueda ayudarte. ¡Suerte!

Liú Santiesteban.