El presidente de REPSOL, Antonio Brufau |
En una carta enviada al presidente de la empresa petrolera Repsol, Antonio Brufau Niubó, 34 legisladores de la Cámara Baja señalaron que cualquier operación de exploración que realice la empresa en aguas cubanas "proveerá un beneficio financiero directo a la dictadura de Castro".
Según los legisladores, "es de conocimiento común que cualquier inversión extranjera en Cuba requiere una propiedad conjunta y compensación fiscal para el régimen de La Habana".
"Además, una asociación de Repsol con el régimen cubano podría violar la ley de EEUU y entrar en conflicto con otra pendiente en el Congreso", señalaron en la carta, fechada el martes 27 de septiembre y divulgada este miércoles.
Bajo la ley actual, "Repsol podría correr el riesgo de quedar sujeta, al igual que sus filiales, a demandas criminales y civiles en tribunales estadounidenses", advirtieron los congresistas.
En ese sentido, recordaron que violaciones a las leyes que prohíben hacer negocios con Cuba pueden arrastrar "serias repercusiones" para los individuos y empresas implicadas.
Desde 1982, Cuba figura en la lista de países que, según el Gobierno de Washington, patrocinan el terrorismo.
En la misiva, los legisladores hicieron referencia al informe reciente del Departamento de Estado de que el régimen cubano "sigue dando refugio" a miembros de grupos "terroristas" como las FARC y ELN de Colombia, y ETA, incluyendo "apoyo de vivienda, logístico, médico e ideológico".
"Sólo hay cuatro Estados designados por EEUU como patrocinadores del terrorismo y las leyes que regulan las transacciones comerciales con ellos, y las graves sanciones civiles y criminales que éstas imponen, son exhaustivas", advirtieron los congresistas.
"Urgimos a Repsol a que reevalúe los riesgos que conlleva una asociación con la dictadura de Castro, incluyendo el riesgo para sus intereses comerciales con Estados Unidos. Respetuosamente pedimos que Repsol abandone sus actividades de exploración de petróleo en aguas cubanas", puntualizaron.
La carta fue firmada por 34 legisladores, incluidas la presidenta del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara Baja, Ileana Ros-Lehtinen, de origen cubano, y la presidenta del Comité Nacional Demócrata, Debbie Wasserman Schultz.
El proyecto de Repsol en Cuba ha suscitado gran malestar en EEUU, especialmente entre líderes del exilio cubano.
Tomado de El Mundo.
Gracias a Nuria Martínez
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