“Mucho me gustaría acostarme en la cama con el” Allen Ginsberg durante su visita a Cuba, sobre su afecto nada proletario por Ernesto Ché Guevara.
Jack Kerouac siempre fue un anticastrista. Siempre he pensado que el autor de En el camino ha sido el tipo más cool de todos los tiempos. Y ahora con esta revelación en The Cubalogues: Beat Writers in Revolutionary Havana de que era recio anticastrista, y pro Kennedy por cierto, se me hace más cool todavía. Lo de más cool es por lo de ser anticastrista y no necesariamente por ser simpatizante del otro Jack.
Resulta que en el libro del profesor Todd F. Tietchen aprendí que la amistad entre dos de los grandes de la Generación Beat, Jack Kerouac y Allen Ginsberg, ha sido otra de las tantas víctimas de la Revolución cubana. Un detalle de bastante tamaño para mí. Uno del que no tenía idea. Como tampoco sabía de la idea que se le ocurrió a Ginsberg en su viaje a Cuba, como se sabe un viaje que lo desilusiona con el experimento socialista de la isla, de promover una gira de Los Beatles por todo el país caribeño para salvar la Revolución.
A primera vista, en la superficie, los beats y la Revolución cubana de los 60 son compatibles. En The Cubalogues esa relación compatible se demuestra nada más lejos de la realidad. The Cubalogues ha probado ser un libro lleno de anécdotas desconocidas y nuevas revelaciones sobre un tema poco abordado.
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