Si bastasen un par de canciones.

Repasar la historia, es obligatorio para quien quiera saber como se desarrollan los acontecimientos que le rodean, a mayor conocimiento de ella, se tiene un mayor entendimiento de la realidad, son directamente proporcionales.
He tratado de recordar algun momento de la historia, sobre todo en los cambios sociales y políticos que es el tema al que me refiero, en que la múscia, especifícamente el arte en este caso, haya tenido papel protagónico, haya provocado cambios de los que hablo anteriormente y no encuentro ese tipo de susceso, de desenlace. Más bien, los cambios o sucesos sociales, han generado esa música, que no a la inversa, pues mayormente la múscia es una manera de expresarse para el ser humano, es resultado, no origen o causa, es más bien efecto. No pretendo arrogarme o arroparme en la infalibilidad, como todo ser humano, puedo errar, no me ha calado la egolatría por ejemplo, del dictador Fidel Castro. Puedo equivocarme en lo enunciado anteriormente y quisera ser corregido si ese fuera el caso.
Luego de el concierto de Juanes, quitando lo sentimental, no aconsejable para juzgar y ver con claridad, ateniendome a los hechos que conozco, a la realidad que vivo; como he escrito en mi blog y en este, si agún cambio ha provocado, este es mínimo y para peor. La dictadura, para no dejar dudas, impresiones equivocadas o dar falsas esperanzas, aumentó la represión pre concierto y pos concierto; declarando el éxito como propio, convirtiéndole el suceso y a las personalidades que particparon en el, afectos de cierta manera al sistema dictatorial imperante hoy en Cuba; no es nuevo bajo el sol, era de esperarse y fue advertido; en otro post, he comentado sobre detalles alrededor del concierto, muchos más, como el de la asistencia, son ventilados sobre la base de la duda razonable.
Es natural que se emocionen los de Miami al ver Cuba en las emisoras de allá, al escuchar frases que como sayo universal, le sirven a cualquier o cualesquiera cosas, que pueden ser tomadas de comodín, para intuir o interpretar sgún convenga o sienta en ese momento.
Quien crea que es pecado original, o de idiosincracia, a mi modo de ver está en un error, para mí, es un proceso natural que cada individuo y por extensión la sociedad debe transitar; saber delimitar, diferenciar, analizar, sintetizar, etc, tiene que ver por supuesto, con habernos varado en ser emocionales, irrefrenables y exteriorizadores de sentiminientos que muchas veces deben ser repasados a la luz de la mesura y el comedimiento.
Si algo prueba cada vez más, es a quien le convino más, quien obtuvo los beneficios del espectáculo mediático finalmente, esa es la dictadura.

Es común aquí en Cuba, que tenga que aclarar y puntualizar actitudes mías, que otros se apresuran a entender segun su rasero, el revanchista, envidioso y mal intencionado; por ejemplo, cuando digo que me saben mal las declaraciones del integrante de Orisha, aquellas de Miramar, etc, no me da frío ni calor si vive en París o en el polo, si tiene o no dinero o cualquier otro beneficio, felicidades... ojala y todos lo tuvieran en este mundo, habría menos frustrados e irascibles probablemente; considero estúpidas las declaraciones, porque las hace un personaje público y tras ellas se solapan la conculcación del derecho que él disfruta y otros en democracia en este mundo, del resto de millones de cubanos; mientras él va y viene por conveniencia de esa dictadura, se le niega el derecho a moverse libremente, a expresarse en libertad y otros derechos fundamentales reconocidos, plasmados en convenciones y documentos regentes las relaciones en la comunidad internacional al resto de sus conciudadanos en la isla.

Sepárese lo sentimental y emocional, líbrese de los lastres propios de las expresiones comunes, y verá que cuando se habla del susodicho concierto, queda como siempre la ausencia de libertad en Cuba, el terror y la mala entraña que lleva ya 50 años. Si quieren juzgar, traten de ser justos, ahí está la historia, quienes cantaron en la alemania de Hitler, este lo permitió por conviencia, y así sucesivamente.

Creanme, si bastasen un par de canciones, los cubanos hubieramos perdido la voz y ganado nuestra libertad hace mucho.