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6 de junio de 2011

Los oportunistas cubanos. Por Esteban Fernández.

 
LOS OPORTUNISTAS CUBANOS

De que los hay los hay, y siempre los han habido. Hasta cierto punto, sinceramente, considero a los OPORTUNISTAS muy hábiles. Lo  obvio de la maniobra no le resta valor a su rapidez. Es una plaga que TODOS LOS PUEBLOS la padece. En la historia de nuestro país se dan como la verdolaga.

La forma más bella, romántica y fina de definir el  oportunismo es decir que  algunas personas tienen  ”olfato político”. Es la cualidad de poder intuir, a mil millas de distancia,  “quién es el macho”. Hasta pueden predecir quienes poseen un futuro prometedor.

Estos aprovechados son  gubernamentales mientras consideran estable al gobierno.  Sí lo ven tambaleante,  entonces pactan con el más fuerte oposicionista “por si acaso toca la flauta”.

Muy astutamente apoyaron a Ramón Grau San Martín,   a Carlos Prío  y  coquetearon con Eddy René Chibás. Y que conste, pongo René porque Aldo Rosado me asegura que no es “Renato” como yo creía.

Supieron reconocer la oportunidad y se pusieron del lado de Batista después del 10 de Marzo del 52. En el terreno personal, como sabían que mi primo y padrino,  Jaime Quintero, había sido alcalde de Güines anteriormente y mi padre Secretario de la Administración por el Partido Auténtico, se apostaron tres vecinos frente a mi casa con carteles de “Batista es el Hombre” y se convirtieron en “33.33″. Acto seguido del fracaso del ataque al Palacio Presidencial -13 de marzo del 57 -fueron allí a brindar “por la salud del General” junto a los verdaderos batistianos.

Con el advenimiento de la tiranía de Castro se desbordó el río oportunista. Esta sencilla frase del dictador le abre las puertas a todos los descarados de Cuba: “No me digas lo que hiciste por la revolución en el pasado sino lo que estás dispuesto a hacer hoy”. Así de fácil,  Fidel borra cualquier mérito ANTIBATISTIANO, traiciona a los militantes del Movimiento 26 de Julio,y les brinda a los arribistas la oportunidad de montarse al carro triunfante.

Entonces, como les dije hace poco en el escrito “50 años de Girón”, el 17 de abril de 1961, al llegar la invasión, los oportunistas quitaron rapidamente de sus puertas los letreros sumisos y guatacones de “Gracias Fidel”,  vislumbrando asustados un posible cambio político en la Isla.

Por la noche de ese mismo día, al fracasar la invasión, tiraban voladores y tiros al aire celebrando la victoria castrista. Desde luego, volvieron a poner las consignas fidelistas en las fachadas de sus hogares y el ingreso a las milicias rompió record.

El triunfo de un SELECTO grupo de oportunistas  (del cual ya les he hablado) ha sido arrollador. Pero son una verdadera minoría en nuestra Patria, puesto que prácticamente no representan ni un tres por ciento de la población.

La historia de los oportunistas de CUARTA CATEGORIA es muy distinta.  Son los que dijeron: “Si Fidel es comunista que me pongan en la lista”.  Se conformaron con vivir un poquito mejor que el resto de los cubanos, se vistieron de milicianos, pusieron Comités de Defensa en sus casas,  hicieron de la delación una heroicidad y un modo de vida.


Sus hijitos iban a estudiar a la Unión Soviética, a Checoslovaquia, o a Hungría. Tenían una pistola en la cintura, un carné del Partido, un puestecito en el Poder Popular, y gritaban con emoción: “Viva Fidel y Paredón para los Gusanos”.

El letrerito de “Esta es tú casa, Fidel” les resolvía más que un título universitario.  Vigilar noche y día al vecino les producía dos libras más de carne al mes, y su oportunismo los llevó a ser unos perros de presa que tenían cuatro migajas más de pan que el resto de los ciudadanos.

La hecatombe para estos oportunistas vino cuando el comunismo internacional se fue a la bancarrota y Fidel los traiciona y se va en busca de los dólares de los “gusanos”. Y ahí comenzaron  (OPORTUNISMO A LA INVERSA) las cartitas para acá pidiendo hasta un par de calzoncillos.

Para los medio hermanos Castro, los  importantes NO SON ELLOS, sino el selecto grupo de oportunistas -Generales y Ministros- que contra viento y marea los apoyan para mantener sus privilegios…

En el exilio, vamos a decir toda la verdad, siempre han existido también los oportunistas. Unos esperando que los americanos sean los que tumben a los  Castro, y otros acercándose solamente al líder que crean que tiene el “apoyo de Washington”

Pero…  yo no pierdo las esperanzas de que un día Cuba será libre, y ¿a qué usted no adivina quienes estarán al lado de los libertadores, empujando y abriéndose paso? ¡Los oportunistas!…Ya usted verá.

Yo les aseguro que dos horas después de nuestra liberación,  aparecerán tres millones de cubanos vestidos con los uniformes de los “U.S. Marines Corps”.


Amabilidad del Autor. ¡Muchísimas gracias Esteban!

1 comentario:

  1. Muy buen artículo, Esteban. Hay que agregar que la base social de las dictaduras son fundamentalmente los lúmpen y desclasados, formados en la cultura de la supervivencia oportunista a cómo dé lugar. Este grupo, en general, carece en lo absoluto de escrúpulos, valores morales o principios políticos, así como son completamente ineptos en la competencia mercantil, social y política de una sociedad de libre mercado, democracia y estado de derecho. Sólo pueden obtener un papel social como plebe en los desórdenes sociales o como agentes represores de regímenes de facto.
    La revolución cubana fue hecha básicamente por los elementos de clase media en las ciudades antes que por el campesinado en la guerrilla. Esta vino a cobrar fuerza sólo después de la huelga de abril de 1958. El movimiento 26 de julio, el Directorio Revolucionario y de los partidos ortodoxo y auténtico entre otros fue la mayor fuerza, la que hizo la mayoría de las acciones contra el batistato y nutrió y sostuvo logísticamente la guerrilla del Escambray y la Sierra Maestra.
    Al triunfo de la revolución, la presión de los elementos de clase media obligó a la cúpula a tomar ciertas posturas populares y democráticas, sólo opacadas por el progresivo diferendo con los EE.UU. Aprovechando este y con maniobras solapadas, Fidel Castro, en contubernio con los comunistas, provocó el ingreso de oleadas de elementos lumpens y oportunistas a las organizaciones revolucionarias y a las instituciones gubernamentales en expansión. Tales oleadas superaron con mucho y desplazaron a la mayoría de los verdaderos revolucionarios y hasta los persiguieron. Así, Fidel Castrp eliminó la influencia de estos y allanó su camino a la toma del poder absoluto.
    http://havanaschool.blogspot.com/

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