Hoy he llorado.

Hoy he llorado; como nos han enseñado a hacerlo a los hombres, en silencio y solitario. Porque cuando se juntan el dolor propio y el ajeno, llega un momento que solo queda eso, llorar; con el dolor que lo hace el pájaro que no puede vivir enjaulado y perece, con el dolor de saber de actos tan criminales como negar ayuda de emergencia a un opositor y su familia por sus convicciones o creencias.
Luego de hablar con familiares en la provincia de Las Tunas, me cuentan de la destrucción total en mucho pueblos aledaños, como por ejemplo, el pueblo de Delicias, destruido totalmente; a la destrucción, se suman inconvenientes como la ausencia de servicio eléctrico, agua potable, alimentos, y las medicinas que se necesitan y se necesitaran. El personal médico diezmado por el envío a misiones en el exterior, contribuye a agravar la situación sanitaria, no hay medicinas en las farmacias, etc. Me cuentan de una familia que ha sobrevivido la debacle, hacinada con los puercos en el corral, estamos hablando de horas señores en esa situación, realmente terrible. Mientras, las autoridades locales, se dispersan pidiendo amenazadoramente mantener la calma, la televisión y los medios de la dictadura, creen que las personas se alimentan de consignas y lemas y no han realizado ninguna ayuda efectiva para cubrir estas necesidades perentorias.

La dictadura ha negado la ayuda generosamente realizada por el pueblo norteamericano a través de sus representantes, acepta las mismas condiciones del enviado de Hugo Chávez, con la agravante de ser este militar, persona desconocedora en estos menesteres.

Es por ello, que propongo a quienes corresponda lo siguiente:

-Primero: Que se envíe la ayuda si las condiciones lo permitiesen a la Base Naval de Guantanamo, con el objetivo de acercarla mientras se encuentran soluciones para hacerla llegar, bien sea porque las autoridades lo permitan o a través de Caritas, coordinando para su extracción con las autoridades cubanas.

-Segundo: Se envíen barcos de calado adecuado hasta el límite de las 12 millas naúticas con la ayuda, en lugares como la Isla de la Juventud, mientras se realizan ingentes esfuerzos de todo tipo, diplomáticos, de opnion internacional, para la aceptación de esta ayuda, destinada a los miles y miles de damnificados por el desastre de dos huracanes que se ha abatido sobre Cuba. Esta ayuda, puede ser canalizada a través de las organizaciones como Caritas, etc.

-Solicitar a las autoridades cubanas, la transparencia en el proceso de hacer llegar esa ayuda a quienes la necesitan.

-Requerir a los medios de comunicación presentes en Cuba, la información veráz sobre la magnitud del desastre que hoy intenta ocultar la dictadura.

-Cualquier otra propuesta que se considere, propicie la entrega de la ayuda del pueblo de los EEUU al pueblo de Cuba.

Como cubano, nuevamente agradezco la generosidad del pueblo y gobierno norteamericano en esta hora difícil, quienes en estos momentos, se mantienen deseosos de ayudar a los mieles y miles de damnificados. No ha defraudado EEUU, como no lo ha hecho en la desgracia, la que llevamos sufriendo por 50 años y esta ahora, de las fuerzas de la naturaleza.