En un artículo de Reinaldo Escobar, donde explicaba por qué los cubanos preferían –aparentemente- a Obama, afirmaba algo absolutamente cierto y clarificador: “McCain…es el candidato de Fidel Castro”. Es así. El mismo Castro nos lo ha dicho avisándonos –de profeta como siempre- cómo se comportará el aspirante republicano si entra en la Casa Blanca. ¿Cómo se comportará? Pues como Fidel quiere y le conviene que se comporte: como el presidente duro contra el gobierno cubano, que encaja a la perfección con el prototipo que Castro quiere seguir mostrándole a todo el mundo.
McCain puede ser un político de muy buenas intenciones, pero como es el candidato que al dictador cubano le conviene yo no quiero que salga. No quiero que los resultados de las elecciones norteamericanas sean recibidas en la cueva burguesa de Fidel como algo esperado o como un polivitamínico que le ayude a continuar con la cantaleta –de falsa víctima- de medio siglo por el resto de días que le quedan. Lo que quiero es que lo compliquen, quiero lo que descoloquen, que los argumentos ya se le hagan insostenibles ante los oídos mundiales, que los gobernantes de otros países se den cuenta que lo de Cuba es cosa –o culpa- de adentro no de la nación vecina.
No creo que Obama sea algo excepcional ni que su gobierno vaya a tener una diferencia astronómica con el de Bush, pero sí creo que su modelo no encajará con lo que la dictadura castrista quiere. Y estoy convencido que a la gente del gobierno, que espera una mejoría en las relaciones con Estados Unidos, Obama les caerá como anillo al dedo, ya que el candidato demócrata, sin dejar de condenar al gobierno cubano, ha dado muestras de querer hablar con humildad –y no por eso menos firmeza- con Raúl: y esto es la excusa perfecta para los que silenciosamente quieren sentarse con los americanos, pero delante de las cámaras tienen que afirmar que no se “doblegan frente al imperio”. Más claro imposible: no se trata de que Obama sea muy bueno, se trata de que estratégicamente al pueblo cubano le conviene.
Finalmente, para quienes creen que un acercamiento norteamericano a la cúpula cubana sería solamente conveniente para esta última (ya sea porque se enriquecerían más o lo que sea), les tengo una mala noticia: la cúpula cubana ya es bastante rica y está bien atornillada, así que despreocúpense que los resultados de un hipotético acercamiento no van por ahí. Lo que sí va cercano a la realidad es que lo que el pueblo cubano necesita es ese acercamiento, necesita entrar en más contacto con los americanos, con los cubanoamericanos que van a la isla (que los alientan, que los informan) y con todo eso que huele a libertad. Por eso quiero que salga Obama, porque no es el candidato de Fidel.
Jose
Completamente de acuerdo!
ResponderEliminarUn beso Jose y mucha magia divina...
Me alegro, Magia.
ResponderEliminarLo que pasa es que ya me cansé de los argumentos que dan mis compatriotas exiliados a favor de McCain. Como dije, no se trata de que Obama sea bueno se trata de que podría llegar a ser bueno para Cuba...al menos mucho mejor que McCain.
Un abrazo.
¡Bendiciones!