Para mí Cuba perdió el nombre hace mucho tiempo para llamarse el Reino de Chacumbelia, donde reinan Chacumbele I y Chacumbele II. Estos dos viejos de ochenta y ochenta y tantos años tuvieron cada uno una prole de hijos y todos esos vástagos (malas yerbas debería decir) nacieron y crecieron amparados por los privilegios de su padre y de su tío. Gozaron de ropa, zapatos, comida, estudiaron lo que quisieron estudiar, vivieron y viven como les da la gana en residencias suntuosas, viajaron y viajan el mundo entero, y para nadie es un secreto que poseen una fortuna descomunal, o sea son millonarios. Así ¿cómo no van a defender a sus progenitores y al castrocomunismo?
Los descendientes de estos dos dictadores han perfeccionado un lenguaje para presentarse ante la prensa mundial (ellos pueden, a ellos no se les priva de expresarse como hicieron con los hijos de Fulgencio Batista, por ejemplo) y mentir desenfrenadamente. ¿Alguien espera a estos personajes fuera del estudio de televisión para increparlos y sacarles las vergüenzas, no digamos ya agredirlos como han hecho con numerosos exiliados? No, que yo sepa no. Para ellos toda la tranquilidad, la tolerancia, y la atención del mundo; para colmo, a ellos no los atacan en los medios de prensa ni en los blogs con la ferocidad con la que atacan a varios exiliados. Sin embargo, esos son los que tomarán el poder, los hijitos de los dictadores –si seguimos como vamos-, tomarán el poder sostenidos por una cierta “disidencia” cacafuaca, más interesada en ganar fama haciendo cualquier tipo de malabarismo chapucero y de payasería, antes que organizarse realmente en dirección a un solo objetivo: Tumbar a los Castro y a toda su estirpe.
Y es que los Castro prepararon muy bien el post-castrismo que incluye una prensa desde el exilio que aúpa a una diz que disidencia, también preparada para una vez que ocurra el día después asegurar la continuación.
Ahora, esa filosofía cacafuaca de esperar, esperar, esperar, a ver si Chacumbele II toma las medidas que no ha tomado en tres años, y que no tomará nunca, como hizo su hermano, que ha dormido a todo un pueblo con promesas que nunca cumplió, y mientras tanto asesinó a cientos de miles de cubanos, desapareció a unos cuantos, y mandó al exilio a millones, esa cacafuequez es lo que predomina en los rostros elegidos por la prensa internacional para representar a la Cuba de la resistencia. Desde luego que esos rostros nada tienen que ver con los verdaderos.
Yris Tamara Pérez Aquilera, opositora y esposa de Jorge Luis García Pérez Antúnez, fue salvajemente golpeada en días pasados, desde entonces no ha cesado de padecer de fuertes ataques epilépticos. Muy pocas personas se han preocupado en twittear, postear, y escribir y mucho menos mostrar el rostro de esta mujer que lleva años arriesgando su vida en las calles cubanas. En las calles, lo subrayo, batiéndose con los perros y esbirros de la policía, recibiendo amenazas, siendo arrestada, en las calles, señores, dándole lecciones de dignidad al pueblo cubano. En la última golpiza Yris Tamara pasó varias noches en la cárcel, cuando los presos del penal se enteraron de que la esposa de Antúnez estaba siendo torturada, intentaron un motín y estuvieron gritando durante toda la noche a todo pecho el nombre de la mujer, tuvieron que soltarla. Lo mismo sucede con Sonia Garro, con Caridad Caballero, Marta Díaz Rondón, y Sara Martha Fonseca Quevedo, entre otras… Mujeres de gran coraje. Mujeres que no necesitan destacarse más que en lo que les importa: la lucha por la libertad de Cuba.
Hoy asistimos a una especie de cubano bastante cacafuaca, su filosofía es la de la chapucería cacafuaca, los primeros son los hijitos de papá, esos son más que evidentes, los segundos son los que de todo hacen una especie de espectáculo a lo Lady Gaga –con perdón de la artista- para ganar premios, aspirar a artículos que los enaltezcan sin merecerlo, y ser de todo un poco: bloguero, periodista, escritor, fotógrafo… No hay espacio para los demás, ellos pueden con todo, y a ellos son los que la prensa atiende. Será por algo, digo yo. Constituirán una invención de un cierto grupo de prensa de la izquierda, o son una invención de un gobierno, y no de cualquier gobierno, sino de ese nuevo gobierno norteamericano presidido por Barack Obama que permite que un cantante como Pablo Milanés (y no es de los peores) vaya a cantar a Miami cuando todavía ningún cantante del exilio ha podido poner los pies en su país para cantarle al pueblo de Cuba.
Los exiliados cubanos de Miami deberían reclamar masivamente que antes de que Pablo Milanés actúe en Miami, Amaury Gutiérrez, Willy Chirino, Gloria Estefan, y todos los artistas del exilio deben ser autorizados (no deberían ni ser autorizados porque aquella isla es su país) a organizar un Concierto por la Libertad en la Plaza Cívica, un concierto en homenaje a Pedro Luis Boitel y a Orlando Zapata Tamayo, los que hicieron una huelga de hambre definitiva hasta la muerte, porque sabían que se morirían, y no como un numerito más para ser atendido por el mismo régimen y para negociar el destierro de sus compañeros con la iglesia castrista, la dictadura y el gobierno español, como hizo y hace uno de los personajes más tenebroso de la disidencia interna, que ha lanzado paletadas de mierda sobre los otros disidentes como le ha dado la gana sin que haya sido criticado como se merece. Y me refiero a Guillermo Fariñas.
La realidad cubana ha devenido tan cacafuaca que no sé si vale la pena escribir sobre ella, ni siquiera vale un minuto de reflexión. Porque la realidad cubana ya no es ni siquiera realidad, se ha reducido a hacer un happening cacafuaca detrás de otro; donde incluso muchos exiliados le hacen el rejuego a toda esta recua de irresponsables que lo único que consiguen es darle mayor respiración artificial a los dos viejos asesinos, y a toda su estirpe, quienes con los colmillos afuera se prepara para desangrar todavía más la isla a pura mordida.
El asesinato de un disidente debe ser aclarado, faltaría más, pero ¿habrá que aclararlo aún más cuando todos sabemos que quienes lo mataron respondían a las órdenes de Raúl y Fidel Castro? Por favor, a estas alturas, si la familia de Juan Wilfredo Soto no ha salido como salió Reina Luisa Tamayo Danger en defensa de su hijo, es porque los han amenazado de muerte y temen por sus vidas. Más claro ni el agua. Ninguna verdad tan evidente merece otra huelga de hambre que enfoque de nuevo a quien no lo merece. ¡Cacafuaca a pulso!
Zoé Valdés.
—
Zoé, pudiéramos decir entonces...Somos todos cacafuacas????, con el respeto de Zapata Tamayo y Boitel; a unos más y otros menos, pero nos pasa la arteria de la cacafuaquería???...
ResponderEliminarSinceramente, como cubano que soy 100%, me apena este comentario y prometo ser mejor cubano...Prometo hacer todo lo posible por despojarme del sentimiento cacacafuero.....
Gracias por comentar Aurelio.
ResponderEliminarUn saludo.
ZOe ya que tu eres lo mas valiente que existe en el exilio puedes decir que era de tu vida en Cuba,eras tan valiente como ahora o vivias de el puesto de tu marido,no recuerdo que criticaras a la dictadura,nada tu eres de las que en Cuba no ladraba y en el exilio muerde.
ResponderEliminarZoe Valdes, obesidad y obsesión sexual. Una gorda de un exhibicionismo patológico, compulsivo, de muy escandaloso mal gusto y muy ambiciosa y muy golosa. Sería como un payaso para reírse de ella, pero quiere agarrarlo todo y sin ningún escrúpulo, controlar a todo el mundo, tiene tendencias tiránicas…
ResponderEliminar